Ciclista pedalea por la Vía Libre en San Pedro Garza García

Vía Libre, una batalla en el reino del automóvil

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En esta ciudad del noreste de México, el gobierno municipal impulsa una agenda de movilidad sostenible para combatir el uso excesivo del automóvil, pero las resistencias son fuertes, al punto que han intentado destituir al alcalde por proponer la construcción de la ciclovía Vía Libre.

Fotografías: Jair Ibarra

A bordo de camionetas y autos de lujo, un grupo de vecinas y vecinos protestó por las calles de San Pedro Garza García en noviembre de 2021.

Los conductores hacían sonar sus cláxones para expresar rechazo al proyecto Vía Libre, un corredor ciclista y peatonal que construyó el gobierno municipal en una de las avenidas con más hechos viales del municipio: Alfonso Reyes.

La protesta sumó unos 70 vehículos de 15 colonias aledañas al proyecto, que decidieron expresar su molestia en la caravana que recorrió calles y se detuvo en la avenida Juárez, justo afuera del palacio municipal. 

Su consigna era simple y directa: No a la Vía Libre, en el municipio “más rico de México” y en donde la tasa de motorización es de casi un automóvil por cada habitante.

“No es (la protesta) en contra de los ciclistas, ni de la ciclovía (…), nuestras colonias son cerradas y no hay más que una entrada y una salida, ese es el problema”, declaró Mónica Yañes mientras protestaba a bordo de su vehículo, a un medio de comunicación local en aquella protesta del año pasado.

En esta ciudad del noreste de México viven 132 mil personas, y hay un registro de 127,802 vehículos con motor. 

El Diagnóstico de Seguridad Vial de San Pedro Garza García 2015-2019 señala que la tasa de vehículos de motor registrados por habitante en los últimos cinco años se ha encontrado entre 0.8 y uno. “Cada año más cercano a uno por habitante”, concluye el documento.

En esta situación se encontraba San Pedro en noviembre de 2021, cuando Miguel Treviño, recién iniciaba su periodo como alcalde reelecto y presentó el proyecto de la Vía Libre. 

Un corredor en la avenida Alfonso Reyes que busca garantizar el derecho a la movilidad segura de las personas, según explicó el Instituto Municipal de Planeación y Gestión Urbana (Implang). 

En su primera etapa, el proyecto incluye cuatro kilómetros de intervención desde la avenida Las Olimpiadas hasta la entrada de la Universidad de Monterrey (UDEM), con el objetivo de crear conectividad en el futuro con Valle Poniente, en Santa Catarina, y seguir con otras avenidas del municipio.

Historial anticiclovías en San Pedro Garza García

Sin embargo, entre la bicicleta y los sampetrinos no hay un buen historial. En 2012, el entonces alcalde Ugo Ruiz presentó el proyecto San Pedro Gran Vía, que incluía un plan para la instalación de 85 kilómetros de carriles ciclistas dentro del territorio. 

Infografía con la tasa de motorización en San Pedro Garza García.

Aunque instaló infraestructura ciclista en avenidas como Alfonso Reyes, Río Suchiate y Manuel J. Clouthier, tuvo mala recepción por parte de vecinas y vecinos, quienes, incluso se ampararon en contra de las obras. 

En 2015, el gobierno del entonces alcalde Mauricio Fernández sepultó el proyecto al retirar las ciclovías y, en algunos casos, cambió la infraestructura ciclista por cajones para estacionamiento.

La lucha por el espacio público

Para el director general del Implang, Javier Leal, la apuesta de hacer un nuevo diseño de calle para Alfonso Reyes responde al potencial de transformación que tiene la avenida para el cambio en el uso modal. 

“En Alfonso Reyes hay más usuarios en bicicleta, una mayor proporción del tipo deportivos, pero dado el destino académico que hay en Alfonso Reyes, tanto la UDEM con la prepa y otras escuelas, estimamos que habrá un incremento y un cambio modal más significativo, que detone la conversación de la movilidad”, señaló.

Ciclista de ruta rueda por la ciclovía Vía Libre de San Pedro Garza García

El proyecto ha generado inconformidad entre vecinas y vecinos de la zona, lo que ha derivado en protestas, a pie y en automóvil, así como amenazas de presentar nuevos amparos contra el impuesto predial, que este año creció en 25 por ciento. 

Incluso, el Partido Acción Nacional (PAN), que gobernó el municipio durante 30 años, lanzó una consulta sobre la factibilidad de la Vía Libre.

Y la ex candidata de ese partido a la alcaldía de San Pedro, Rebeca Clouthier, solicitó al Congreso del Estado la destitución del alcalde Miguel Treviño, de los integrantes del Cabildo, del director general del Implang, Javier Leal y de la directora de Movilidad, Cecilia Garza, por presuntos errores en la construcción del proyecto.

Resistencia vecinal

El rechazo al proyecto viene mayormente de vecinas y vecinos como Silvia e Irma Silva, un par de primas que habitan en la zona del casco municipal, sobre la avenida Alfonso Reyes.

La familia Silva ha habitado la propiedad en la que actualmente viven ambas mujeres desde hace más de 40 años. 

Para ellas, el principal inconveniente es que el gobierno es “poco flexible” para los vecinos de la zona, pues ahora no se pueden estacionar afuera de su casa y tampoco les permiten quedarse por unos minutos para descargar la despensa o subir a sus adultos mayores a los vehículos para llevarlos a consulta médica. 

“Yo tengo a mi mamá de 84 años”, relató Silvia, “mi tía es una persona mayor, entonces apenas se estaciona una enfrente (de la casa) y hasta parece que los policías nos están tanteando y ya te caen, les pedimos tantita empatía, que vean que no estamos por gusto o por estorbarles”. 

En diciembre de 2021 el desencuentro entre vecinas y el gobierno escaló tanto, que el propio alcalde de San Pedro denunció a través de su cuenta de Twitter que una vecina arrojó huevos a un grupo de ciclistas que le acompañaban durante un recorrido por la Vía Libre.

Las vecinas, que habitan en la avenida Alfonso Reyes entre Juárez y Morelos, aseguran que no hay ciclistas que pasen por la zona, y quienes lo hacen son aquellos que utilizan la bicicleta para hacer deporte, por lo que desestimaron que el proyecto pueda cumplir con el objetivo que ofrece el gobierno sampetrino. 

“Aquí, como él (Miguel Treviño) quiere que se haga, de que para ir al trabajo o para que vayan a la escuela… eso no pasa. Las pocas personas que pasan son deportistas o que van de paseo”, aseveró Silvia. 

Para el Alcalde la perspectiva de este proyecto es clara. En una entrevista para CLETOFILIA señaló que “Alfonso Reyes es una avenida en la que ya había uso frecuente de la bicicleta y se incrementó durante la pandemia.

“Al mismo tiempo, era una avenida con carriles más anchos de lo necesario, sin protección al peaton ni al ciclista. Los automóviles circulaban a exceso de velocidad y los hechos viales terminaban en tragedias.

“Además, se trata de una avenida que conecta las zonas residenciales con centros educativos y universidades que se benefician en mucho de alternativas de movilidad sostenibles y de bajo costo”, puntualizó.

Vecinas a favor de la Vía Libre

Carolina Canavati, vecina de San Pedro y ciclista, admitió que por ahora sí se ven más personas que salen a hacer deporte en su bicicleta, pero que utilizan la Vía Libre para llegar a su destino, la Huasteca, un área natural protegida que se ubica en el municipio de Santa Catarina. 

Ciclista rodando por un tramo de la Vía Libre

“Los ciclistas están captando que la Vía Libre es para moverse. Nadie la utiliza para entrenar, para eso van a la Huasteca. Si quieres llegar a esos puntos y prefieres moverte de una manera más sustentable, la Vía Libre es la única opción, la gente la utiliza para trasladarse. 

“Si bien no estamos yendo a la UDEM o a la Prepa Tec todavía (por pandemia), sí somos autos menos que no están en la calle porque nos estamos desplazando en bici a un lugar de destino”, dijo.

Teresa Farías, vecina del Fraccionamiento Olímpico, que se ubica sobre Alfonso Reyes también estuvo inconforme cuando el proyecto comenzó, pues le afectó directamente la modificación de la calle para maniobrar en su vehículo. 

Sin embargo, relató que con el tiempo se acostumbró al nuevo espacio disponible. Ahora ella se siente más segura al hacer sus viajes en bicicleta y declaró que sí ha visto más ciclistas deportivos y gente que utiliza la bicicleta como medio de transporte. 

“A mi me gustaría, así como yo me siento segura yendo en la ciclovía, que en un futuro mis hijas pudieran ir también”, dijo Farías.

Respecto del rechazo que ha tenido el proyecto entre vecinas y vecinos de la zona, señaló que es comprensible dado que hay un largo camino por recorrer en materia de cultura vial y empatía hacia otras formas de movilidad. 

“Siento que hicieron un buen trabajo, lo que pasa es que no estamos acostumbrados a tener una Vía Libre (…) hay muchas ciudades que tienen ciclovías y no hay bronca, aquí no están acostumbrados y si les tapan parte de su cochera pues obvio no van a estar contentos, pero creo que con el tiempo se tienen que acostumbrar y tienen que ver que así debe ser”, opinó.

Pacificar Alfonso Reyes

De acuerdo con el Diagnóstico de Seguridad Vial de San Pedro Garza García, Alfonso Reyes es la cuarta avenida con más hechos viales del municipio, con 3,658 hechos entre 2015 y 2019 y la séptima vialidad que registra más incidentes con ciclistas en el municipio. 

El Diagnóstico señala, además, que Alfonso Reyes es considerada una vía secundaria, por lo que el límite de velocidad debería ser de 40 km/h, sin embargo, la velocidad promedio se mantiene en 67 kilómetros por hora, lo que la convierte en la segunda avenida con el mayor índice de velocidad promedio. 

Javier Leal, director general del Implang explicó que el rediseño busca pacificar la calle y mantener la velocidad promedio en 50 km/h. 

Para lograr esto, el Implang redujo el ancho de los carriles, con lo que dio cabida al carril ciclista y colocó confibicis para delimitar la ciclovía.

Este cambio en la estructura de la avenida causó una oleada de ponchaduras de llantas de carros que se subían a los confinadores y trajo consigo más quejas, porque los automovilistas consideraron a la Vía Libre como un lugar peligroso e inseguro.

“Lo de las ponchaduras de llantas se atribuye a un proceso de adaptación, con el nuevo diseño ya no es tan cómodo ir a alta velocidad, entonces por eso empezamos a ver ese tipo de hechos”, explicó Leal. 

La vecina del Fraccionamiento Olímpico, Teresa Farías, aseguró que sí ha notado una reducción en las velocidades en Alfonso Reyes. 

“No nos quitaron un carril completo, fue un poquito menos que eso, se reducen los otros dos carriles y tienes que ir a una velocidad promedio, eso ayuda mucho. Reduce los accidentes porque pones un poquito más de atención al manejar y ya no se ven los carros ‘hechos la mocha’”, indicó.

El reto de cambiar el significado de la calle

El éxito de un proyecto que promueva la seguridad vial depende, en gran medida, de la socialización que reciba y, de acuerdo con la organización de la sociedad civil Pueblo Bicicletero, ésta sigue siendo una gran área de oportunidad para la Vía Libre. 

Luis Gómez, integrante de Pueblo Bicicletero, señaló que a pesar de que documentos como el Manual Ciclociudades cuentan con apartados en los que explican cómo llevar a cabo la socialización de un proyecto, no es una práctica habitual entre los municipios de toda el Área Metropolitana de Monterrey.

Un hombre pedalea su bicicleta por la Vía Libre en San Pedro Garza García, Nuevo León.

“Cada vez que un municipio va a realizar un proyecto de movilidad ciclista debe comprender que habrá rechazo de algunos sectores, que habrá una batalla sobre el uso del espacio público y que deben prepararse con una estrategia de comunicación, de socialización y trabajar con la gente que será impactada por el proyecto”, explicó. 

Aunque consideró que el proyecto es bueno, porque ha recuperado la calle para las personas, sí es importante que el municipio profundice más en su estrategia de socialización.

Y que, además, toda la información que se ha desarrollado alrededor de la Vía Libre esté disponible en un sitio web de consulta. 

Desde enero de 2020, es vigente la Ley de Movilidad Sostenible y Accesibilidad del Estado de Nuevo León que obliga a los municipios a contar con una Estrategia de Movilidad en Bicicleta y Planes de Seguridad Vial.

Sin embargo, y aunque los municipios tenían un año para alinearse a la Ley de Movilidad, hasta ahora ninguno lo ha hecho, denunció Gómez. 

El activista consideró que si los municipios contaran con ambos documentos, tendrían elementos para combatir el rechazo que generan proyectos como Vía Libre. 

“Algo que pudiera dar mucha más certidumbre a los habitantes de San Pedro y a la comunidad en general, es que la Vía Libre estuviera dentro de la Estrategia de Movilidad en Bicicleta para saber hacia dónde va el municipio en ese sentido y no entenderlo como algo aislado.

“Al verlo como parte de una estrategia, la gente podría reflexionar si realmente es algo incompleto o que está mal técnicamente, ayudaría a tumbar todas estas ideas que se están repitiendo constantemente”, señaló Gómez.

El mismo alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, reconoció que el principal reto de este proyecto son el diálogo y la adaptación.

“Son necesarios para que los cambios que implican este tipo de corredores de movilidad generen menos molestias y se aprecien más sus beneficios en materia de seguridad y cultura vial”.

Javier Leal aseguró, al respecto, que durante el periodo de socialización de Vía Libre hicieron reuniones vecinales y ejercicios de diálogo por Zoom con presencia del alcalde, de la directora de Movilidad y de él mismo para responder a todas las preguntas de vecinos. 

El director general del Implang detalló que a partir de la puesta en marcha de Vía Libre han aprendido a negociar con la ciudadanía y modificar el proyecto, siempre y cuando se mantenga o mejore la seguridad vial. 

“Hemos aprendido que es muy diverso el rango de preocupaciones o de amenazas que se perciben, como también la percepción de los beneficios. 

“Mucho del rechazo viene de que no hay un beneficio directo. La gente no ve el beneficio colectivo, eso es algo interesante, estamos muy afincados a nuestras necesidades más inmediatas, del día a día, y este tipo de proyectos se aprecian más como una amenaza que como una fortaleza o un beneficio”, dijo. 

Hasta ahora, el cabildo de San Pedro ha autorizado la construcción de dos fases más de Vía Libre, que conectarían Valle Poniente con la zona de Valle Oriente, hasta la altura del Parque Rufino Tamayo. 

En medio de las resistencias, la línea verde que se dibuja sobre Alfonso Reyes, va dejando un testigo del cambio que viven las ciudades en todo el mundo: transformar las calles para una movilidad más sostenible.

Este reportaje se realizó con el apoyo del International Centr for Journalists y la Organización Mundial de la Salud.