comercio en la vía pública, ilustración

Comercio en la vía pública: atacar la pobreza, no a los pobres.

Compartir

Estas últimas semanas me he clavado en un tema con demasiadas aristas para ser tomado a la ligera: el comercio en la vía pública.

Es cierto que existen cacicazgos que se aprovechan de quienes encuentran en el comercio ambulante una forma de subsistir; sin embargo, esto no es tan blanco y negro como algunas personas nos han querido mostrar.

Los funcionarios de la Alcaldía Miguel Hidalgo han sido los primeros en sufrir las consecuencias de esta falsa premisa, sin lograr fundar sus actos de autoridad para decomisar triciclos, mucho menos enmarcarla en una política progresista, de izquierda, como se autonombran.

La corrupción viene desde las alcaldías

Platicando con decenas de vendedores ambulantes en triciclos, puestos semifijos, con permisos, sin permisos, con líderes y sin líderes, la totalidad de las personas entrevistadas coinciden en algo.

La extorsión, la corrupción, el abuso no viene de estos supuestos líderes mafiosos sino de la misma administración pública que debe regularlos. 

Comercio en la vía pública de la colonia Polanco
Supervisores de la Alcaldía Miguel Hidalgo. (Foto: Colectivo #CómpraleAlTriciclo)

Todas las personas entrevistadas explicaron con lujo de detalle cómo tienen que pagar extorsiones semanales de entre 50 y 250 pesos al personal adscrito a la dirección de “Vía Pública” de la alcaldía Miguel Hidalgo.

Además de una cuota similar a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. 

Dinero que no entra a las arcas públicas de la demarcación, que no tiene un acuse de recibido, que cae libre y directo a las manos de quienes tienen la encomienda de ordenar el espacio público de la alcaldía. 

Los dichos de Víctor Romo, Hegel Cortés y Gustavo García (funcionarios de la alcaldía) caen en saco roto cuando los trabajadores de la vía pública sufren las extorsiones de otros funcionarios de la misma alcaldía, propiciados por la falta de claridad en las regulaciones para esta histórica y global forma de autoempleo.

Líderes del comercio en la vía pública

Quienes tienen “líderes”, por ejemplo, nos contaban que les pagan cuotas mensuales con lo que, a cambio, reciben apoyo legal cuando personal de vía pública los amedrenta, extorsiona o roba sus herramientas de trabajo. 

Vendedores en la vía pública
Vendedores de pan y café en triciclo. (Foto: Colectivo #CómpraleAlTriciclo)

Más que un líder, veo una figura de “gestor/abogado” que cobra por sus servicios bajo un esquema similar al de los seguros: abonas un monto y cuando lo necesites, responde. 

Otros vendedores nos contaban que su “líder” les ayuda a organizar rutas para evitar conflictos entre ellos, además del referido apoyo legal. 

Otros tantos no tienen líderes. Y seguramente, algunos otros son parte de estructuras que responden a otros intereses, cooptados por fuerzas partidistas, por ejemplo.

Sin embargo, estas estructuras de poder no se eliminarán criminalizando a quienes trabajan en la calle, porque llegarán otros y luego otros más, porque la desigualdad no se acaba echando la pobreza debajo de la alfombra. 

Mucho menos en un país que ha visto cómo la crisis sanitaria ha acabado con 12.5 millones de empleos formales e informales.

La criminalización

“Ahorita ya se hizo un problemón. Vía pública ya lo anda buscando, ya tienen fotos de él y le quieren quitar su lugar”, me comentó un vendedor de pan en triciclo con respecto a uno de los vendedores que nos acompañó a la protesta.

“La verdad es que nos prohibieron ir –me comentó un vendedor de tamales a quien le pregunté si su líder fue quien les prohibió ir–, no, no, nuestro líder no se mete con esto, pasaron los de vía pública a avisar”.

Protesta a favor del comercio en la vía pública
Medios de comunicación dando cobertura a la rodada en favor de la venta de alimentos en vía pública. (Foto: Fabián Heredia)

“Perdón por colgarte, estaba la camioneta de vía pública checando que estuviéramos aquí y no allá con ustedes”, me comentó otro vendedor de pan que no tiene líder.

“¡Salte de ahí, es una protesta a favor de los ambulantes pero tú tienes permiso, güey! ¡Salte que los de vía pública ya te tomaron fotos y si te quitan el permiso no voy a poder hacer nada!”, escuché los gritos al otro lado del teléfono de un vendedor que nada tuvo que ver con la protesta y sólo pasó por la zona.

“La neta gracias por lo que hicieron, perdón por no ir, pero avisaron a todos que quien fuera se quedaba sin permiso”, me contó un día después un chico que vende tamales que hace con su familia y que él, al ser el más joven, le toca pedalear por las calles de la Miguel Hidalgo con 150 tamales para alimentar a quienes vivimos en esta misma alcaldía.

Todos estos son fragmentos de conversaciones reales que muestran de cuerpo entero cómo la alcaldía dirigida por Víctor Romo criminaliza a las y los vendedores en vía pública

Nada se hace contra los cacicazgos ni para erradicar la corrupción de su dirección de vía pública que se aprovecha de esta situación para extorsionar al eslabón más débil: a quien vende en la calle.

La ciudad que queremos

Las ciudades, el espacio público (que incluye a las calles), nunca fue como nos lo prometieron en los años 30: el espacio para trasladarnos del punto A al punto B. 

Los espacios públicos son donde las personas somos y estamos: para descansar, para pasear, para protestar, para trasladarnos, para alimentarnos, para conocernos, en las calles es donde se hace la ciudad y donde se es ciudadana.

Si no cabemos todas las personas debemos reconfigurar nuestros espacios públicos, no criminalizar algunos usos de la calle. 

Tan válido es el uso de una calle para transitar en un auto particular como para vender tamales; tanto están en su derecho las personas que se trasladan en la calle en bicicleta como quienes la ocupan para protestar. 

Pensar en un orden y pulcritud exacerbada va contra nuestra propia naturaleza humana.

Claro que merecemos espacios ordenados, donde todas las personas puedan ejercer sus libertades sin criminalizarlas.

En el colectivo #CómpraleAlTriciclo* seguiremos presionando por cambios en las legislaciones que den certezas y claridades; que reduzcan la posibilidad de cacicazgos que se aprovechan de las y los vendedores en vía pública; y que eliminen la criminalización de sus labores.

*El Colectivo #CómpraleAlTriciclo se formó en agosto de 2020 con un grupo de personas, la mayoría activistas del uso de la bicicleta como modo de transporte, derechos humanos, laborales y otras materias afines al espacio público.

Ari Santillán

Periodista y activista por la movilidad urbana sostenible.