aumento de velocidades

Ciclistas protestan ante aumento de velocidades en CDMX

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El ilegal aumento de la velocidades en algunas calles primarias de la CDMX, disfrazado de «reclasificación de vialidades», activó a ciclistas y peatones en una protesta singular.

«Echarles las luces» a los de la Semovi para que recapaciten la incongruente decisión de aumentar a 80 km el límite de velocidad en 11 calles primarias, entre ellas la vital Insurgentes Sur-Ciudad Universitaria.

El Parque de la Bombilla, “territorio” del grupo ciclista La División del Sur, fue el punto de reunión al que llegó la crema y nata del activismo tuitero en dos ruedas y a patín (nunca mejor dicho). 

Ahí estaban los organizadores Fernando García (@ferfis), el némesis de Lord Audi y defensor de los peatones Ari Santillán, @pepeasecas, la plana mayor de Bicitekas y la alcaldía de la Bici, Agustín Martínez y Areli Carreón.

También el Zopi de Bicitlán Radio, Maya en Bici, el ciclista inventor Oliver Real de @ideasforbikes, el @bicimanager, Uriel Zaratrusta, el @tacho, Alan Carlucci de el Ojo de las ciclovías, Roberto Remes, ex Autoridad del Espacio Público, los cronistas de Cletofilia, Rey peatón, PeatonO, muchas mujeres como Karen Samarrón, del Paseo Biciteka, que llegó con sus hijas en su «tribici», las BellasVielas y hasta Batman, que ya no pudo quitarse el disfraz desde un paseo de superhéroes.

Llegaron más de un centenar. Unos con bocinas y micrófonos, otros con chalecos, ropa fluorescentes y luces por doquier. 

Aumento de velocidades

Hacía mucho que una acción así no convocaba a tantos indignados, incluso a espontáneos peatones que se unieron al contingente, por el aumento de velocidades en las calles de la capital, justo cuando en el Senado se debate a nivel nacional sobre una Ley de Seguridad Vial, fue la gota que derramó el vaso de la paciencia ciudadana, rodante o no.

En los alrededores de la fuente todo era algarabía. Los organizadores iban y venían con cuerdas, pedían voluntarios para formar una bicicleta luminosa. 

Un numeroso grupo de jóvenes patinadores entrenaban habilidades y se tomaban selfies, con tal escándalo que, alguien propuso sumarlos al contingente.

Los maliciosos se preguntaron ¿Y dónde está Javier Hidalgo y todos esos políticos que dizque defienden la causa ciclista?  

Los inflamados de optimismo hablaron de un posible encuentro rodante con el secretario Andrés Lajous: ¿Vendrá? ¿Pues no que era ciclista?  

Otros más grillos mejor planearon futuros debates en «cafés ciclistas» de preguntas incómodas. La mayoría tuiteó y documentó la reunión hasta con drones. 

Antes de salir se leyeron algunos comunicados, el primero firmado por 35 organizaciones y una treintena de personas a título personal, en los que privó la decepción «porque las autoridades siguen el camino oscuro que promueve el auto y desincentiva la bici y la caminata». 

Se invocaron aquí y allá estudios de la OMS que relacionan directamente el aumento de la velocidades con la probabilidad de accidentes y el aumento de sus consecuencias y promueven un máximo de 50 km/h en zonas urbanas. 

«Si la infraestructura invita a aumentar la velocidad, vamos a cambiar la infraestructura», exigieron.

Más que considerarla un «golpe fuerte» para el activismo birruedo, la reclasificiación de estas vías primarias a vías de acceso controlado es «una traición», señalaron los manifestantes. 

Los peatones dijeron: «Generará inequidad pues prohíbe tránsito de personas a pie o en bici en donde no haya laterales o banquetas». 

Los ciclistas plantearon su decepción: «Que se cambie la ley sin ver avances en educación vial o en la prometida y necesaria construcción de la ciclovía a la Universidad».

Ciclistas tomaron Insugrgentes

Al fin, a las 8 pm, en plena hora pico del sur de la ciudad, la marcha salió caminando del parque, decidida a tomar los tres carriles destinados a los autos, solo dejando libre el paso al Metrobús. 

Apenas detuvieron el tránsito comenzaron los claxonazos. Inspirados por el momento, unos se pusieron a gritar consignas, la creatividad no tuvo límite: 

Lajous, ciclista con mente de cochista. A más de 80, CoSheinbaub va contenta. Lajous, traidor, por qué odias al peatón. Peatón consciente se une al contingente. En zona escolar, no vale acelerar… 

Hasta ese momento la marcha era diversión y desahogo, pero después de Dr. Gálvez el peligro se hizo evidente. 

En el tramo de apenas dos kilómetros que separa a la UNAM de esa estación la marcha peatonal sufrió dos intentos de arrollamiento. 

Es el mismo tramo que con parches y banquetas insuficientes recorren con riesgo de ser atropellados la mayoría de los estudiantes.

Afortunadamente, el eficiente escudo de protección rodante que se ha curtido a punta de paseos nocturnos los hizo desistir de su temeraria idea. 

Pero en ninguno de los casos acudió la policía, a pesar de las cámaras de seguridad sobre Insurgentes y de dos choques entre automovilistas que iban a vuelta de rueda y texteando del otro lado de la avenida.

Fue hasta después que aparecieron cuando las consignas ya se habían transformado en ira e impotencia. 

¡Gobierno culero la vida va primero! ¡Maldito cochista, mataste a mi ciclista! ¡Examen mental, al chofer particular! ¡Cochista pendejo, examen de manejo!

Fue de notarse cómo nuevamente los «oficiales» de la Seguridad Ciudadana acudieron sobre todo a agilizar el paso de los autos por una de las laterales del circuito Mario de la Cueva y ni siquiera anotaron las agresiones deliberadas de los automovilistas ni los datos de los agresores. 

Así que la marcha paró frente al Estadio y la Rectoría y un dron se elevó para regalarle a la Semovi una bici luminosa que la guíe fuera de la autopista de la muerte. 

Ahí, parados en el campo de batalla de Insurgentes Sur, se hizo un pacto: no ceder hasta lograr la movilidad equitativa de todos. 

Aumento de velocidades

Los automovilistas nos mientan la madre, apenas uno repleto de jóvenes nos aplaude.

La prensa cochista ignoró la reunión. Las autoridades también, aunque después anunciaron arreglar la redacción de algunas modificaciones al reglamento. Las que permitían circular a patines y bicicletas sobre la banqueta.  

Un pequeño debate crece en las redes: ¿Lo hicieron a propósito?¿Para agregar más leña al fuego de la intolerancia automovilística? ¿Para que nos sigan matando por sus prisas? ¿Para enemistarnos con los ciclistas y peatones que dirigen la Semovi? ¿Para tener más seguidores? ¿Para que nos den migajas? 

Sentados en las escaleras frente al estadio Puma unos sonríen satisfechos, los locos del pedal que embisten molinos-autos se hacen fotos. 

En sus ojos brilla el espíritu rebelde de antaño. No hay tambores de guerra, sino una gran batucada que quiere rodar en paz.