En 1896, durante el apogeo del primer boom ciclista, el escritor reconocido sólo como “ANJ” en su libro “Tiempos de Nueva York” describía las rodadas por el Central Park neoyorkino:
Texto: Jesús Guevara
“En la naturaleza del movimiento, existe una nueva combinación única con la velocidad, hay un sutil deslizamiento y balanceo del patinaje, algo del balanceo de un yate, un toque de rebote ecuestre y una sugerencia de vuelo.
“El efecto de todo esto sobre la mente es tan estimulante como sanamente es el ejercicio para el cuerpo”.
Casi 120 años después de estas observaciones, y con un nuevo auge ciclista en el mundo entero, estudios han demostrado que ejercicios como el ciclismo no sólo hacen más inteligente a los seres humanos debido a la estimulación que genera en ambos hemisferios del cerebro, sino también han comprobado que pedalear durante treinta minutos genera una sensación química de felicidad.
“No sólo ha cambiado mi estado físico, mi salud, si no también mi estado anímico, te hace llegar a la oficina más contento”, reflexiona Karin, de 38 años, entrevistado en la “Encuesta Ecobici 2012” por Ruth Pérez, Investigadora del Cemca.
Científicos daneses se propusieron medir los beneficios de ir a la escuela en bicicleta en un estudio realizado en niños “¿qué hemos aprendido acerca de la naturaleza y los efectos de los estímulos?
El ciclismo puede ser, por supuesto miserable debido a la inseguridad de los caminos, pero hemos comprobado en el estudio que más de veinte alumnos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) mostraron mejoría de los síntomas después de asistir a la escuela en bicicleta, es como tomar un poco de Prozac” informó el Dr. Ratey
Usuarios de Ecboci reportan experimentar sensaciones de alegría
El 9.5 por ciento de los usuarios del Muévete en Bici afirmaron tener sensaciones de alegría, diversión y reducción de estrés:
“Encuesta Percepción Ciudadana sobre hábitos de movilidad de asistentes al Programa Muévete en Bici”, Awen Southern, Secretaria Ejecutiva de la Red de Ciclovías Recreativas de las Américas y colaboradora del Centro de Transporte Sustentable EMBARQ, México.
En un estudio alemán realizado en ciento quince estudiantes de una academia de deportes, la mitad del grupo realizó actividades como el ciclismo que involucraban complejos movimientos coordinados.
El resto realizó ejercicios más simples a las demandas aeróbicas. Ambos grupos hicieron mejor sus pruebas de concentración que les fueron aplicadas, pero el grupo que practicó ciclismo concretó la prueba con un porcentaje mucho mayor al grupo que realizó alguna actividad física más sencilla.
Incluso estudios recientes demostraron que practicar ciclismo puede cambiar la estructura del cerebro como lo comprobó el doctor Alberts Jay, un neurocientífico de la Clínica Cleveland Lerner Research Institute en Ohio.
Los estudios sobre la bicicleta están avanzando y es evidente que les falta mucho por descubrir, pero son destacables los descubrimientos sobre los efectos en niños hiperactivos y pacientes con mal de Parkinson.
“La estupidez aparente de pedalear no sólo nos hace más felices, también deja espacio para otros pensamientos, de lo banal a lo profundo. La melancolía es incompatible con la bicicleta”, plasmó el escritor James Starr.
“En el asiento de mi bicicleta, he tomado decisiones de vida (…) he escrito, pasajes, artículos, y he reflejado soluciones útiles a problemas emocionales” escribió Einstein.
De su teoría de la relatividad, explicó: “Pensé en ello mientras montaba mi bicicleta”.