En un estudio elaborado por Jay L. Alberts, un neurocientífico de la Cleveland Clinic Lerner Research Institute, se descubrió que practicar ciclismo tres veces por semana durante ocho semanas genera significantes mejorías en enfermos de Parkinson.
Texto: Jesús Guevara
Aproximadamente de siete a 10 millones de personas en el mundo viven con la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo, crónico, con alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma sufren gradualmente daños, impidiendo las conexiones necesarias que regulan los movimientos del cuerpo conforme pasan los años.
Alberts descubrió las mejoras en los pacientes durante un paseo ciclista a través de Iowa en 2003 para crear conciencia de la enfermedad de Parkinson.
Durante esta actividad montó una bicicleta tándem junto a una paciente de Parkinson, cuyos síntomas mejoraron después del paseo.
En un comunicado, en el que describe el hallazgo como “casual”, Alberts recuerda: “Estaba pedaleando más rápido que ella, lo que la obligó a pedalear más rápido.
“Tuvo mejoras en la función de la extremidad superior, así que empezamos a mirar el posible mecanismo detrás de esta función mejorada”.
El estudio se llevó a cabo en 26 pacientes de 30 a 75 años con leve a moderada enfermedad de Parkinson.
Se utilizó un fcMRI (conectividad funcional de resonancia magnética) que mide los cambios en el oxígeno de la sangre en el cerebro, lo que permite a los investigadores observar cómo diferentes regiones del cerebro se activan conforme pedalean y lo bien que se conectan entre sí.
El grupo experimental utilizó bicicletas estacionarias que modificaron con motores de control especial para hacer el pedaleo más rápido que su esfuerzo voluntario, como Alberts explica:
“Hemos desarrollado un algoritmo para controlar el motor de la bicicleta y que utiliza un controlador de velocidad para detectar el esfuerzo que requiere el paciente y ajustar de esta manera el motor en base a sus necesidades de terapia”.
El estudio arrojó como resultado que los pacientes que practicaron ciclismo tres veces por semana, durante una hora, por ocho semanas a un ritmo más rápido del habitual, presentaban aumentos duraderos en la conectividad entre las dos áreas del cerebro, además de disminuir su rigidez muscular y no presentar el característico temblor en las extremidades superiores.
Además de los beneficios a enfermos de Parkinson, otros estudios han revelado la relación que hay entre la práctica del ciclismo y el aumento en la esperanza de vida al evitar diversas enfermedades, como las cardiovasculares.