Claudia Sheinbaum tomó protesta en la CDMX y ya ha quedado claro cuáles serán las prioridades del nuevo gobierno.
La bicicleta, durante ocho años en los fueros de la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA), pasará a ser parte de un sistema de movilidad integral en la Secretaría de Movilidad (SEMOVI) en el que cada modo de transporte, según el promedio de usuarios, tendrá su lugar en la calle. Ni más ni menos.
17 de octubre de 2018
Claudia Sheinbaum tuitea una foto. Está rodando en una bici negra en la Biciescuela de la delegación Miguel Hidalgo. Atuendo casual, pantalones y saco grises, blusa negra. No lleva casco. Se le ve feliz. Ya es la jefa de gobierno electa y anda dando las gracias por toda la ciudad.
No es la primera vez que se sube a la bici. A finales de mayo, durante su campaña, rodó rumbo al Parque México para promover el ciclismo urbano acompañada del candidato de Morena a alcalde de la Cuauhtémoc, Néstor Núñez.
En un video tuiteado ese día, ella iba sobre una bici verde por la calle de Aguascalientes, llevaba pants y usaba un casco colorido.
Esa rodada hacia el corazón de la Condesa era en realidad el banderazo de salida a la estrategia de movilidad de la campaña política de la ingeniera ambiental: una propuesta que pretende construir más ciclovías en la parte norte de la delegación y “llevarlas a Santa María La Ribera, Peralvillo y Tlatelolco por vías secundarias”.
Propuso “un plan integral para las ciclovías”, una visión que considera que las bicicletas deben rodar por las vías secundarias y ser aliadas del metro (y otros modos de transporte público) para suplir los viajes iniciales, tal como Ecobici suple los finales.
Un mes antes, en abril, firmó la plataforma Yo me Muevo pero le hizo algunas “precisiones”.
Se pudo conocer que el Cablebús –”un sistema eléctrico de bajas emisiones fuera de núcleos urbanos”– será el proyecto estrella de su sexenio y que “los proyectos de impulso al uso de la bicicleta se promoverán “a partir de un sistema integral y con esquemas de interconexión al transporte público y privado”.
Se oye bonito, deberíamos creerle, si no fuera por…
1o. de octubre de 2001
El inicio de la construcción del Segundo Piso, un proyecto soñado desde 1998 por el ingeniero David Serur ha generado protestas de la banda cletera Bicitekas y algunos han ido a tirarse en medio de las obras, de los medios y del despliegue de 500 policías que intentan contenerlos.
Tom Dieusart, Leon Hamui, Javier Chávez ‘No Friegues’, Lalo Pillado, Armando Roa y Ricardo Salas estaban envalentonados pues hacía unos meses habían ejecutado el que llamaron el ‘bicisecuestro del Peje’.
Una acción que lo interceptó cuando circulaba en su famoso Tsuru blanco por 20 de Noviembre rumbo a sus oficinas en el Ayuntamiento capitalino.
“Ése día –recuerda León Hamui– éramos muy poquitos como siempre y era de madrugada. Lo agarramos en 20 de nov, que es la que entra al Zócalo, y cuando daba la vuelta ahí nos les plantamos en medio, así como le hacen los patrulleros cuando te van a levantar una infracción y no tuvo más remedio que hacerse a un lado.
“Bueno, qué quieren muchahos. Nos dijo. No, pues más bien NO queremos el SegundoPiso”.
Ahí platicaron, le entregaron el proyecto de la ciclovía del Ferrocarril de Cuernavaca, la primera que habría en la ciudad y que uniría por las vías del tren las dos ciudades. El Peje, “que por cierto traía un abrigo de Hugo Boss impresionantemente elegante”, los invitó a entrar.
“Solo entramos dos o tres, yo fui uno de ellos, pero no me acuerdo quien más. Y para pronto se lavó las manos y dijo: ‘No, miren muchachos, no lo estoy manejando yo, quien sabe todo es Claudia Sheinbaum y entonces Claudia les va a explicar’.
“¿Pero qué nos va a explicar: ¡Lo tenemos bastante claro, no queremos más coches en esta ciudad, queremos vías para la gente y queremos caminarla y andar en bici y no más coches, el coche es la crisis!”
Dijo que entendía y envió a los Bicitekas “a platicarlo Claudia”.
“Ella los recibió, tenia una actitud férrea y autoritaria, se ve que estaba al tanto de la obra y era el ama y señora de ella y nadie más.
Al final accedió a hacer la ciclopista de Cuernavaca como una dádiva. Tal cual se manejó, como una mitigación de daños. Y lo peor es que fue un dulce envenenado porque fue decir: ‘Miren ahí están sus ciclopistas y ahí está que nos sirven para nada’. Y efectivamente es una ciclovía hasta el día de hoy que no sirve para nada, porque no te lleva a ningún lado, pero esa no era la idea”, recuerda León Hamui.
20 de noviembre de 2018. Salón de Graduados de UPIICSA
Andrés Lajous espera inquieto a las afueras del salón. El maestro en Sociología de Princeton y experto en planeación urbana por el Instituto Tecnológico de Massachussets es un antiguo conocido entre los ciclistas y organizaciones de defensa del peatón.
Alguna vez fue panelista en foros “por ciudades libres de autos” y congresos de urbanismo, pero lo que más gusta de él es que cumple al fin con el perfil mínimo que debe tener un verdadero secretario de movilidad: formado en la ciencia, humanizado por la sociología, inmerso en el tema y con los datos como instrumento.
Hasta entonces, la dicha secretaría estratégica que ahora dirige no era más que la corrupta ventanilla de control de micros y taxis. Así que su presencia debe darnos motivos para celebrar, ¿no?
Con el auditorio casi lleno, la doctora Sheinbaum llega en su auto compacto y la nube de “abejorros” reporteros se queda parada en las escaleras.
Sin ser propiamente un Plan de Movilidad, Lajous presenta una ambiciosa propuesta de 10 mil 700 millones de pesos que promete invertir en transporte público y que no tendrá a la bicicleta en el centro de los reflectores –como caracterizó a la administración de Tanya Müller en la SEDEMA sino como uno más de los componentes de un sistema de movilidad que aspira a integrarse del todo.
Al terminar, Sheinbaum le completa la nota. “Se va acabar el moche y las fotomultas, habrá educación vial para los cochistas y un enfoque de seguridad vial en las calles”. Click, click, gracias, espérense todo va a estar bien bonito.
El líder Biciteka, Agustín Martínez quiso entregar a la doctora Sheinbaum una serie de propuestas. Ni siquiera lo miró.
La Alcaldesa de la Bici alzaba cejas por los apenas 100 millones de pesos que se anunciaron para las ciclovías (sobre todo cuando ellos consiguieron 250 millones para el carril bus-bici de Eje Central, mismos que la Secretaría de Obras no ejerció e hizo perdedizos).
Céntrico e ITDP celebraron el nivel de la gente y la completa propuesta y hasta el líder de los mototaxis estaba esperanzados de al fin poner en regla su necesaria labor.
A las afueras, los abejorros preguntaban todo sobre un fallido concurso de imagen institucional.
Nadie requiere a Lajous. Pavel Sosa, director de Cablebús va por entre los activistas enseñando las proyecciones del teleférico y anunciando la posibilidad de biciestacionamientos.
Nos acercamos al secretario. Responde a medias; tiene prisa. Sí estamos listos para llevarnos las bicis. No le vamos a quitar el semáforo a los polis. Se ha transformado en un ser institucional, hermético, como el equipo con el que contará y del que aún no se sabe nada, tan solo rumores, como que se llevará a la dirección ciclista con todo y Fernanda Rivera. Todo sería muy bonito, si no fuera por…
1 de diciembre de 2018
Andrés Manuel López Obrador circula sobre Tlalpan rumbo al Congreso de la Unión para su toma de posesión.
El Jetta blanco va seguido por motocámaras de televisión y varios ciclistas han logrado colarse para seguirlo.
Una reportera de El País retuitea la foto de David Guzmán de la agencia EFE donde se ve a un ciclista con la bandera de México como capa circulando sobre Tlalpan a la altura del “Julio” de Viaducto.
Una imagen icónica de un día histórico, es el consenso del hilo.
Luego, una ciclista con una bici sin sillín aparece en la transmisión. Pascal Beltrán del Río arenga en la tele, Ay de nuevo los ciclistas. Pero Sandra González Ponce, como luego la identificaría el diario Reforma, estaba decidida a seguirle el paso.
Atrás y pisándole peligrosamente los talones venían las motocámaras. Zigzageando le grita “No tienes derecho a fallarnos, en tí confiamos”. Y pedalea sin detenderse.
La imagen se hará viral en segundos, sobre todo cuando el incidente fue parte del discurso del nuevo presidente. No correría con la misma suerte otro ciclista, que ya rumbo al Zócalo rompió el cerco y fue derribado. Todo sonaba muy bonito, si no fuera por…