Desde el crecimiento de las redes sociales, las empresas de ciclismo se volvaron a las agencias de marketing digital para comunicar la personalidad de sus marcas, sus productos y diferenciarse de la competencia.
Hasta la primera década del 2 mil, las marcas de ciclismo se comunicaban con sus clientes potenciales a través de los medios de ese momento: revistas, periódicos y canales de televisión.
Pero con la llegada de las redes sociales tuvieron que dar un giro de 180 grados y reencontrarse con sus posibles clientes en las plataformas que estaban comenzando a consumir.
Casos de éxito de campañas digitales
En una entrevista publicada por la agencia de marketing AdRoll, un ex director de marketing digital para Specialized, platica que las estrategias de mercadeo en redes sociales, le permitió crecer en 25% las visitas a su sitio web.
“La lealtad a nuestro sitio web incrementó en 7 por ciento mes tras mes y la conversión de tráfico en un 25 por ciento. Estas fueron señales fuertes que validaron la inversión que hicimos.
Otra marca que dejó huella fue la colombiana Mova, que en 2016 publicó una campaña de fondeo colectivo (crowdfunding) en la plataforma Kickstarter y con ella dio a conocer su producto estrella (una chamarra impermeable) y toda su marca.
Además de una exitosa recaudación que superó la meta inicial, la marca se posicionó en la mente de los posibles consumidores que inmediatamente conmenzaron a seguira Mova en sus redes sociales, y a preguntar cuándo llegaría su chamarra a sus ciudades.
En México las marcas más potentes han tomado diferentes estrategias. Algunas como Trek, Specialized y Giant, comenzaron haciendo sus estrategias de marketing contratando agencias especializadas.
Tal fue el caso de Giant, que durante un par de años contrató a la agencia de marketing digital Agencia Dinamita. Sin embargo, la marca cambió su estrategia paraa hacer todas sus campañas desde Taiwán, país de origen de la marca.
Consumidores en medio de una sobre oferta
Las redes sociales nos permitieron llegar a audiencias muy grandes con menor inversión de la que se exigía en los medios impresos o televisivos. Pero también ha generado un oceano de opciones para los posibles consumidores.
Al mismo tiempo que creció la publicidad y el consumo de redes sociales, disminuyó la prensa especializada.
Cuando queremos comprar una bicicleta o algún accesorio, nos encontramos ante una infindad de publicaciones que hacen parecer que todas son la mejor opción, pero pocas voces calificadas que nos den claridad.
La mayoría de veces terminamos acudiendo a otros usuarios que comparten sus opiniones en plataformas como YouTube o TikTok.
Sin duda alguna el marketing digital ha llevado de la mano a las marcas que anteriormente recurrían a técnicas de mercado adaptadas a los medios existentes.
Y nosotros como clientes potenciales hemos experimientado sus alcances. Basta con que escribamos en Google la palabra “bicicleta de montaña” para que comiencen a aparecer “por arte de magia” anuncios sobre este producto.
La tecnología no deja de avanzar, tanto las bicletas como en la forma en que se anuncian.