Si te roban la bici lo que más desearías en la vida es saber a dónde se la llevaron, ¿a poco no?
Pues Sherlock es un GPS prácticamente invisible que se adapta a cualquier bicicleta y cuando detecta que alguien más que no seas tú se la llevó, activa un rastreador.
El dispositivo GPS se sincroniza con tu smartphone y de esta forma reconoce si alguien más que no seas tú (quien lleva el teléfono sincronizado) se lleva tu bici.
Si eso sucede se activa una alarma y se abre la aplicación en tu pantalla, desde la que puedes ver en tiempo real por dónde va tu bicicleta.
Esto no quiere decir que evite que se lleven tu bici, cosa que intentan todos los candados inventados hasta ahora.
El punto es saber hacia dónde se la llevan y poder ir a reclamarla.
Su diseño compacto y flexible cabe en casi todos los manubrios, por lo que queda completamente oculto, para que el ratero no se percate del Sherlock.